Hola a tod@s,
El otro día hubo un suceso muy grave en el hotel. Algo para lo que nunca estamos preparados del todo y cuyas consecuencias dejan una huella insondable, una noticia que me llegó por teléfono, mientras comíamos mi mujer, una amiga y yo una pizza en casa.
Siempre me gusta pensar que la gente que nos visita viene a pasar unas vacaciones para desconectar, para descanasar de la rutina, para pasarlo bien, para en definitiva disfrutar.
El pensar así me ayuda a llevar mi trabajo de la mejor manera posible. Yo sé por experiencia que desgraciadamente no es así, no todos los que nos visitan en sus vacaciones vienen a cumplir lo anterior mencionado, pero también vienen con un propósito.
Tenía 65 años, un marido que le acompañaba en sus vacaciones.
También tenía en Inglaterra dos hijos y una hija. Uno de los varones paralítico y de los otros dos era abuela de tres nietos.
Vinieron de vacaciones a recuperar fuerzas ya que él tiene serios problemas de corazón y ella vivía luchando contra una depresión que se había cruzado en su vida desde hacía cinco años.
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